a imagen y semejanza
Una mujer sin tiempo recorre el Abya Yala. Supo de la Tierra sin mal que cuida a sus hijas y aún la busca.
Guarda la memoria de quienes fuimos antes, se materializa en quienes la habitamos y en ella está la esencia de quienes seremos.
En el camino fue juntando los pedacitos del mujerío de estos territorios, de las niñas arrebatadas por el odio, de las indomables convertidas en fuego eterno mientras nos quemaban, convertidas en semilla cuando quisieron borrarnos de la Mapu. Manantial del que bebemos.
Escogió cuidadosamente las piedras más preciosas, los colores más vibrantes de las entrañas de la tierra: el verde esquivo del jade maya que abre todas las puertas, la promesa del día y la luz inagotable de la turquesa azteca, las piedras incas como granos de maíz, ensambladas para siempre.
Cuando el mundo se detuvo se sentó un rato y con mucho cuidado, a su imagen y semejanza, para que nunca nos habite el olvido, puso cada una de las piedras junto a la otra, cada una con un nombre de niña, con un nombre de mujer, una historia, un futuro truncado, un deseo, una ternura. Dentro del cosmos delimitado por cuatro esquinas, custodiada por Quetzalcoatl, la serpiente emplumada de dos cabezas, maquizcoatl, que penetra la tierra y nos enciende con su fueguito sagrado, como vínculo eterno entre la tierra, el cosmos y el inframundo en constante transmutación.
Es una fuerza, una energía poderosa, un saber ancestral, es rebeldía, un sueño de libertad compartido, es amor, profundo amor que nos hermana. Es nosotras.
75cm Smalti mexicano - Smalti laminado en oro - Jade guatemalteco - piedras patagónicas - azulejos esmaltados - piezas cerámicas - venecitas - vidrio Spectrum - vidrio pintado
2020/2022





